Carlos Sorín intenta despegarse de sus últimas tres películas pero sólo lo consigue a medias. Relato contemplativo que cuando vira al costumbrismo refleja la peor cara de su director.
Una trama fresca y atrapante, que lleva al enredo amoroso a ubicarse en un segundo plano, siendo lo primordial los personajes y sus acciones, son los componentes que forman esta destacada realización, donde el talento se observa claramente.
Entretenida comedia de la cual hay que evitar todo subtexto para disfrutarla en lo que realmente importa: la actuación de Fisher y los gags.
Una producción fragmentada, donde cada parte por si sola tiene su valor pero como conjunto termina siendo un grupo desparejo de ideas interesantes, que nunca terminan de explotar ni de plasmarse en pantalla.
Relato genial de uno de los directores de animación más talentosos de los últimos años. Imperdible.
Una película sobre mafias y pobreza que no se parece en nada al cine sensacionalista que hoy se hace. Gomorra es un gran relato sobre un tema actual, que se convierte en imperecedero merced a sus virtudes puramente cinematográficas
Esta vez la acción no tiene el impacto de las anteriores, al director Olivier Megaton le cuesta horrores imprimirle tensión al relato, pese al gran desempeño del siempre impecable Jason Statham.
Segunda parte del producto Grindhouse, homenaje al cine Z con un toque de Tarantino que arruina la premisa, haciendo una película igualmente notable gracias a las virtudes narrativas del director.
El cine del viejo Clint combina acá la sencillez de la narración clásica con la ambición temática de forma extremadamente fluida, sin refugiarse en la corrección política, sin temor a la polémica.
Una comedia romántica que no marcará un antes y un después o estará incluida dentro de los anales de la historia del cine, pero que es un producto (por momentos) inteligente, atractivo y fresco que nos trae una nueva visión sobre las relaciones amorosas.
Es una irregular adaptación de un comic mítico. Atractivo cuando se desborda, intrascendente cuando se dedica a copiar.
Lo mejor que tiene para decir el film es que hay que hacerse cargo de lo que creamos como sociedad. Es, a su manera, una película políticamente incorrecta.
Uno puede ir a ver Guerra de novias, total, después de todo, el divorcio es legal. Un despropósito total, con dos actrices jugando a ser graciosas. Nadie lo logra.
