Despues de esto Job tomó la palabra para maldecir el día de su nacimiento, diciendo:
"¡Maldito el día en que naci y la noche en que se dijo: ha sido concebido un hombre!".
Conviertase ese día en tinieblas, y Dios no se acuerde de él desde allá arriba; ni resplandezca sobre él un rayo de luz.
Lo cubran tinieblas y sombras, se extienda sobre él la oscuridad, y haya ese día un eclipse total.
La Biblia, Job 3:1
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